Radiofrecuencia y bótox contra el sudor excesivo

La hiperhidrosis constituye un problema médico que actualmente afecta a cerca del 1% de la población general. La función de la sudoración es regular la temperatura corporal, pero cuando se convierte en un problema requiere intervención médica.

La cantidad de sudor en determinadas áreas anatómicas puede resultar en ocasiones excesiva debido a un aumento de secreción de las glándulas sudoríparas. Cuando la hipersudoración pasa a constituir un problema para la persona que la sufre hablamos de una dolencia médica cuya solución puede pasar por diferentes tipos de tratamientos. En cualquier caso, la elección y administración de la terapia más adecuada debe hacerse de forma individualizada. En muchas ocasiones, la eficacia de las diferentes soluciones médicas existentes puede llegar a cambiar la vida de las personas que padecen este problema, mejorando de forma importante su bienestar.

Principales causas

Entre los factores desencadenantes que originan la hiperhidrosis -más intensamente en manos y axilas- figuran aquellos que normalmente generan algún tipo de estrés en la persona, como, por ejemplo, hablar en público, temor a ser observado o a permanecer en compañía de otras personas, así como miedo a exponerse a determinadas situaciones. Los mecanismos que desarrollan la hipersudoración coinciden en algunas personas con aquellos que desencadenan el rubor facial. En este grupo de pacientes suelen existir antecedentes familiares de esta misma dolencia y los primeros síntomas aparecen ya en la adolescencia.

En otras ocasiones, el aumento de sudoración puede deberse a la presencia de algunas enfermedades que sufra el paciente, principalmente procesos endocrinológicos o metabólicos, enfermedades neurológicas o como efecto de la administración de medicaciones que favorecen este aumento de la sudoración.

Así, hablamos de la hiperhidrosis y del rubor facial como patologías médicas cuya solución pasa por un abordaje multidisciplinar. Por este motivo, la Clínica Universidad de Navarra cuenta con una unidad específica para el tratamiento de ambas afecciones. Integran esta sección médica especialistas en Dermatología, Cirugía Torácica, Radiofrecuencia Percutánea y Psicología Clínica. El diagnóstico de estas patologías deberá comenzar siempre con una valoración a cargo de los especialistas en Dermatología.

Primera valoración

Existen algunos casos de hiperhidrosis en manos o axilas que pueden corregirse mediante tratamiento dermatológico, consistente en inyectar en la zona afectada toxina botulínica. En muchas ocasiones deberá complementarse con otros fármacos dirigidos a disminuir aquellos factores tensionales a los que esté sometido el paciente y, si fuese necesaria, con la realización de psicoterapia.

Para los casos más severos puede estar indicada la radiofrecuencia y en último lugar la cirugía torácica. La indicación quirúrgica deberá estar siempre dictaminada por el cirujano especialista y se reservará únicamente para los casos más limitantes que no hayan respondido a otros tratamientos.

Hasta la fecha, la eficacia obtenida mediante el tratamiento con radiofrecuencia percutánea se sitúa entre un 50 y un 60% de los casos de hiperhidrosis en manos y pies. No obstante, debido a su elevada tasa de éxitos, el procedimiento estrella sigue siendo el quirúrgico con un 95% de eficacia en el tratamiento de la hipersudoración palmar.

Radiofrecuencia percutánea

El tratamiento con radiofrecuencia percutánea consiste en interrumpir -mediante ablación con agujas que incorporan un electrodo- los impulsos nerviosos en determinados niveles de la cadena simpática, encargada de transmitir los estímulos desencadenantes del sudor y, en algunos casos, también del rubor facial. Así, con la aguja conectada a un equipo emisor de ondas de alta frecuencia, se realizan punciones en diferentes puntos de la espalda. La elevada temperatura obtenida gracias a las ondas consigue interrumpir la conducción del impulso nervioso generador del exceso de sudor, lo que contribuye a aliviar la sintomatología del paciente.

Se trata de un procedimiento de carácter ambulatorio (no requiere ingreso hospitalario del paciente). Tiene una duración aproximada de una hora y requiere leve sedación y anestesia local. Para su administración es necesario un especialista en la aplicación de radiofrecuencia percutánea.

Esta técnica puede realizarse para el tratamiento de la hiperhidrosis palmar o plantar. Se efectúa mediante control radiológico, bien en quirófano ambulatorio o bien guiado por TAC. Las pruebas radiológicas tienen el objetivo de situar con precisión la zona concreta de tratamiento donde se aplicarán las ondas de alta frecuencia, ubicada entre las vértebras T2 y T4 para el sudor en las manos y entre la L1 y L5 para tratar el de los pies.

La radiofrecuencia percutánea se utiliza desde hace varios años para el tratamiento del dolor crónico en centros especializados de nuestro país. Lo novedoso es su indicación para la hiperhidrosis. En la actualidad, la Clínica Universidad de Navarra es el único centro sanitario donde se aplica radiofrecuencia percutánea para esta patología.

La cirugía, máxima eficacia

Los casos más rebeldes tienen su mejor indicación en la cirugía torácica mediante una intervención denominada simpatectomía endoscópica por vía axilar. El beneficio obtenido con la técnica quirúrgica es muy elevado. La cirugía para tratar la hiperhidrosis comienza por la realización de dos incisiones a cada lado del tórax, con unas dimensiones de entre 1,5 y 2 cm. Por ellas se introduce un sistema óptico que permite al cirujano localizar la cadena simpática. Una vez situada, el especialista procederá a seccionar la cadena simpática a la altura del segundo y/o tercer ganglio.

La intervención se realiza en ambos lados del tórax y suele prolongarse por espacio de una hora. Se practica bajo anestesia general y precisa un ingreso hospitalario de 24 horas. El paciente podrá incorporarse a la actividad normal, aproximadamente, al cabo de una semana.

En ciertos casos, tras la intervención pueden manifestarse algunos efectos secundarios. Entre otros, dolor postquirúrgico en la zona intervenida y hasta en el 25% de los pacientes, un efecto de sudoración compensatoria. En estos casos, la hipersudoración queda subsanada en axilas o manos pero se desplaza a otras zonas anatómicas en las que resulta menos limitante, como la espalda. En el caso de la hiperhidrosis palmar (manos) la eficacia quirúrgica es casi del 100%. La hiperhidrosis plantar no se realiza mediante simpatectomía endoscópica, debido a los importantes efectos secundarios que podrían producirse principalmente en varones (cuadros de impotencia, eyaculación retrógrada….). En estos casos, en nuestra Unidad recomendamos radiofrecuencia..

Los efectos secundarios debidos a la radiofrecuencia son casi inexistentes. Tanto en manos como en pies, la hiperhidrosis compensatoria debido a radiofrecuencia aparece en menos del 5% de los casos, y no se han descrito efectos secundarios sexuales en el varón.

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