Prevenir la fragilidad en la tercera edad

Vivimos cada vez más. Pero no siempre en buenas condiciones…

De media, los 7 últimos años de vida transcurren con discapacidades.

Cuando éstas son muy importantes, requieren bien un esfuerzo extraordinario de los cuidadores a domicilio, labor que a menudo recae en los hijos, o bien el ingreso de la persona mayor en una residencia.

La esperanza de vida está hoy en 81 años en España, el 17% de la población es mayor de 65 años; pero existe una población anciana frágil, es decir con alto peligro de caer en discapacidad. La discapacidad concierne hoy el 9% de nuestros mayores: la causa más importante de discapacidad en España es la artrosis, y ésta se trata con ejercicio físico.

¿Porqué no prevenirla con ese mismo ejercicio físico? La fragilidad es reversible si tomamos las medidas adecuadas. Si animamos a nuestros mayores que luchen por mantener una vida saludable, a base de alimentación sana y ejercicio físico, podemos revertir su fragilidad, y volverlos independientes por muchos años.

Nunca es tarde para intervenir, y todas las situaciones son mejorables.

Pero ¿qué es la fragilidad? Es un deterioro funcional, con un cuadro caracterizado por pérdida de peso no intencionada, debilidad, cansancio, lentitud y que de forma constante lleva aparejada una disminución de masa muscular.

Esta fragilidad está directamente relacionada con el estado nutricional: la malnutrición está presente en el 16 % de los ancianos. A veces se disfraza bajo una obesidad, pero que oculta una pérdida de masa muscular. Es la llamada obesidad sarcopénica. Doblemente peligrosa, porque el déficit de masa muscular para llevar un peso excesivo desemboca más fácilmente en pérdidas de equilibrio, caídas y fracturas.

Una intervención activa y monitorizada en estos casos puede levantar un anciano del sillón, darle fuerza y ánimo, y liberar en gran medida a sus cuidadores.

Algunos equipos especializados ofrecen ya una valoración y prescripción médica, así como tratamiento nutricional y físico individualizados.

Foto: Photoxpress

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