Licopeno: aliado natural de la salud. Carotenoides

Los antioxidantes son unas de las sustancias que más se destacan por su efecto cardioprotector, al inhibir las reacciones de oxidación mediante el bloqueo de los radicales libres y la interrupción de la cadena de peroxidación.

Dentro de los antioxidantes no enzimáticos provenientes de la alimentación, los más reconocidos se encuentran en el reino vegetal, siendo aportados por frutas y verduras, destacándose los carotenoides y el ácido ascórbico entre los más potentes.

Los carotenoides son pigmentos naturales ampliamente difundidos en este grupo de alimentos y son los responsables de proporcionar la coloración a los mismos, que va desde el amarillo al rojo. Si bien se han diferenciado más de 600 tipos, los más activos en cuanto a su función antioxidante son el Betacaroteno, el Alfacaroteno, la Luteína y el Licopeno.

Los avances producidos a nivel bioquímico y nutricional confirman su importancia, tanto en la prevención de ciertas patologías como en la promoción de la salud. Las investigaciones en esta área se están expandiendo rápidamente, debido a que hasta el momento ofrecerían la mejor protección contra el desarrollo de las enfermedades degenerativas.

Propiedades antioxidantes

Numerosos estudios científicos han puesto de manifiesto que el Licopeno, un carotenoide sin actividad provitamina A, tiene propiedades antioxidantes, y que, consumido habitualmente en la alimentación, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, en especial el de próstata y también el de páncreas, pulmón y colon. Gracias a sus potentes propiedades antioxidantes, se lo ha postulado como un agente antiaterogénico. Al atrapar especies reactivas de oxígeno, reduce el daño oxidativo sobre lipoproteínas y lípidos de membrana, enzimas y material genético en el ADN, todo lo cual conduciría a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Mientras que esto ha podido ser demostrado in vitro, sus funciones bioquímicas son mas difíciles de definir in vivo.

En este artículo se resumen sus características, alimentos fuentes, biodisponibilidad, funciones y mecanismos de acción, beneficios e ingestas recomendadas.

Definición y características del Licopeno

El Licopeno es un pigmento vegetal, soluble en grasas, que aporta el color rojo característico a los tomates, sandías y en menor cantidad a otras frutas y verduras.
Es insaturado, de estructura simétrica y cadena acíclica abierta, formada por 40 átomos de carbono y 13 dobles enlaces, de los cuales 11 están conjugados y de forma lineal, confiriéndole esto la actividad antioxidante.

Es el carotenoide que se encuentra en mayor concentración en el organismo, tanto a nivel plasmático como en diferentes tejidos corporales. Dentro de los tejidos humanos su acumulación no es homogénea, concentrándose especialmente en glándulas suprarrenales, testículos, hígado y próstata. Debido a que no existe la posibilidad de síntesis endógena, el ser humano necesita aportarlo a través de la alimentación. Una dieta rica en Licopeno incrementaría sus concentraciones tanto a nivel plasmático como tisular.

Alimentos fuente de Licopeno

El Licopeno se obtiene fundamentalmente a partir de fuentes naturales, siendo el tomate y sus derivados el principal grupo de alimentos fuente. Este grupo de alimentos proporcionan del 80 al 85% del Licopeno dietético consumido en la población occidental, mientras que el 20 al 15% restante es obtenido de la sandía, el pomelo rosado y todos los vegetales y frutas que también son fuentes dietéticas de Licopeno, aunque en niveles considerablemente inferiores.

A su vez, la cantidad de Licopeno presente en el tomate varía según la especie, su grado de madurez, condiciones del cultivo como el tipo de suelo y clima, tipo de almacenamiento, los procesos de transformación a que es sometido y la cocción. De forma general, el contenido es menor en los tomates cultivados en invernadero, en cualquier estación, que en los tomates producidos al aire libre durante el verano; así como también el contenido de Licopeno es menor en frutos que se recolectan verdes y maduran en almacén en comparación con los frutos madurados en la planta tomatera.

Biodisponibilidad del Licopeno

La biodisponibilidad del Licopeno varía perceptiblemente dependiendo de la matriz administrada. El licopeno del tomate procesado y el licopeno en cápsulas, fue absorbido mejor a nivel intestinal que el Licopeno del tomate crudo. A su vez, por ser una sustancia liposoluble, cuando es consumido en forma conjunta con un cuerpo graso, se facilita su absorción. Las investigaciones confirman que la absorción intestinal del Licopeno es mucho mejor (hasta 2,5 veces más) si se consume en una salsa que como fruto natural o jugo, debido, por un lado a que se absorbe mejor a través de las grasas y aceites por su liposolubilidad, y por el otro, las temperaturas altas, rompen las paredes celulares del fruto, que son las que dificultan la absorción del carotenoide.

El calentamiento induce su isomerización a formas cis (mucho mejor absorbido por el organismo). Los isómeros cis aumentan con la temperatura, la transformación y el grado de procesado del alimento fuente. Asimismo, se ha observado que la adición de aceite de oliva a los tomates cortados en cubitos durante su cocción, aumenta considerablemente la absorción del Licopeno, a diferencia del uso de otro tipo de aceites.

Mecanismos de acción y efectos biológicos

Cada vez existen más estudios epidemiológicos que sugieren que el consumo de Licopeno tiene un efecto beneficioso sobre la salud humana, protegiendo frente a tipos específicos de daño oxidativo intracelular y potenciando otros sistemas de defensa celular. Actualmente está considerado como uno de los más potentes antioxidantes y parece jugar un importante papel tanto en la prevención de la carcinogénesis como en el bloqueo biomolecular de aterogénesis.

Los hallazgos apoyan su efecto protector frente a enfermedades crónicas degenerativas, fundamentalmente ciertos tipo de cáncer, tales como el de colon y próstata, y enfermedad cardiovascular. Son además moduladores de la respuesta inmune y modificadores de los procesos inflamatorios.

En una revisión sistemática de 72 estudios epidemiológicos para estudiar la relación del Licopeno y el riesgo de cáncer, se constató que en el 80% de los mismos (57 trabajos) existía una asociación inversa entre la ingesta de tomate o los niveles circulantes de Licopeno y el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, siendo en 35 trabajos la asociación estadísticamente significativa.

Ingestas Recomendadas

Con respecto a la ingesta de Licopeno, la mayor parte de los beneficios atribuidos a su consumo, derivan de trabajos epidemiológicos donde las fuentes más usadas fueron el tomate o productos de tomate que contienen este antioxidante en variadas proporciones, pero no el Licopeno puro, no habiéndose descripto problemas de toxicidad ante un aumento en su ingesta dietética, salvo la carotenodermia. Sin embargo, no se ha determinado aún qué dosis de consumo de alimentos ricos en licopeno es necesaria por semana para obtener beneficios sobre la salud, si bien la Food and Nutrition Board, que forma parte del Institute of Medicine of the National Academies, está trabajando al respecto. Hay pocos trabajos epidemiológicos que muestran el consumo como tal del antioxidante. La mayoría han mostrado consumos de 7 a 10 porciones por semana de alimentos fuentes ó 30 a 60 mg/día de Licopeno presente en los mismos. Según Rao y Shen, un consumo de entre 5 y
10 mg/día, sería suficiente para la obtención de sus beneficios. Otros autores sugieren una ingesta de 4 mg/día, no excediendo los 10 mg/día. 
Según un estudio realizado en Canadá por Rao y col, el promedio del consumo de
Licopeno, verificado por medio de cuestionarios de frecuencia de consumo, fue de 25mg por día, con el 50% de esta ingesta representada por tomates frescos. 

Considerando que el tomate fresco es menos biodisponible que los tomates procesados, los autores concluyen que sería aconsejable una mayor ingesta de tomates procesados. De esta forma, Rao y Agarwal sugieren que un valor de 35mg/día sería una ingesta media apropiada de este antioxidante.

Estas grandes diferencias observadas en cuanto a las cantidades de Licopeno
utilizadas en los diferentes estudios epidemiológicos, como también
las fuentes del mismo, dificultan la comparación y generalización de los resultados
observados.

Con respecto a la suplementación con Licopeno en la alimentación habitual, no existe demasiada información sobre la relación dosis – respuesta, los riesgos potenciales, la farmacocinética o los mecanismos de acción del Licopeno purificado, como para apresurarse a recomendar su consumo en forma de suplementos.

Hasta que no se generen evidencias más precisas, la recomendación deberá limitarse a promover la ingesta de una alimentación rica en frutas y verduras, que incluya tomate y otras fuentes de licopeno, pudiendo a su vez multiplicarse su efecto, si se combina con otros nutrientes con los que puede tener efecto sinérgico, tales como el ácido oleico u otros antioxidantes.

Foto: Pixmac

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